El día jueves 6 de junio de 2024, el mercado de productores de Huancaro (Cusco) amaneció rodeado de cientos de policías. Se trata de un tentativo e inminente desalojo de los campesinos y campesinas, quienes vienen pernoctando en el predio del Mercado desde días atrás para proteger el espacio que los alberga por más de 20 años, impulsado por el Gobierno Regional del Cusco con la finalidad de ejecutar un proyecto de inversión pública de dudosa conveniencia para el pueblo cusqueño.
Hoy tenemos una imagen del Mercado de Huancaro radicalmente diferente a la de todos los sábados. En lugar de apreciar la dinámica de más de 10 mil campesinos productores que ofrecen sus productos agrícolas a más de 200 mil consumidores, apreciamos el ejercicio arbitrario y abusivo de la fuerza por parte del Gobierno Regional. En lugar de los 6350 taxistas que trabajan afuera del Mercado los sábados, podemos apreciar transporte policial para cientos de efectivos que rodean amenazantemente el Mercado.
De acuerdo con lo conversado con el presidente de la FARTAC (Federación Agraria Revolucionaria Túpac Amaru), Luis Antonio Machicao, el gobernador regional Werner Salcedo se encuentra incumpliendo una promesa de campaña electoral, reafirmada al asumir la gestión pública, que consistía en prorrogar por 10 años el uso del predio donde se ubica el Mercado de Huancaro. Efectivamente, menciona Machicao, el contrato de arrendamiento del 2023 para el uso del predio por parte de los campesinos y campesinas, organizados en la ARPAC (Asociación Regional de Productores Agropecuarios de Cusco), ha vencido el pasado 24 de mayo. En dicho escenario, cuando la ARPAC solicitó se cumpla con la declaración del gobernador Salcedo de dar un uso el terreno del mercado por 10 años más, la respuesta del Gobierno Regional fue categóricamente negativa y echó al olvido la palabra empeñada en campaña.
La razón que el Gobierno Regional cusqueño aduce para incumplir la promesa con los campesinos y campesinas del Mercado de Huancaro es la ejecución del proyecto de inversión pública “Centro de Promoción para la Competitividad Económica de Huancaro”, cuyo desarrollo se llevaría a cabo en el inmueble que ocupa el Mercado. Al respecto, el diriginte de la FARTAC, el Sr. Machicao, señala que no solo el mencionado proyecto no tiene un impacto positivo en la comunidad, sino que, por un lado, el presupuesto del Gobierno Regional del Cusco no contempla partida alguna de donde sufragar los 340 millones de Nuevos Soles que implica el proyecto, y, por otro lado, el Gobierno Regional señala que el proyecto beneficiará a los productores de Huancaro porque se contempla 1500 stands de venta, cuando en la realidad en el Mercado trabajan 10000 familias campesinas. Esto entre otras contradicciones entre distintos funcionarios del gobierno respecto a aspectos esenciales del mencionado proyecto. El dirigente de la FARTAC agrega que “el proyecto de inversión no cumple con los requisitos mínimos de costo beneficio y costo eficiencia”. El balance de impacto de este proyecto es cuestionable, frente al éxito comprobado de la ARPAC en el Mercado de Huancaro, cuando en el año 2013 ganó el “Concurso de Casos Exitosos de Innovaciones para la Agricultura Familiar en América Latina y el Caribe 2012 – 2013”. Este sería un duro golpe contra el pueblo cusqueño, no solo por la restricción de generación de ingresos económicos para los valiosos productores de la agricultura familiar de Cusco sino también por reducir la oferta de alimentos saludables y a precio justo para miles de familias cusqueñas que se abastecen semanalmente en el Mercado de Huancaro.
A la fecha, los campesinos y campesinas de la ARPAC continúan pernoctando en el Mercado y defendiendo su espacio de trabajo, así como también se han interpuesto distintas demandas constitucionales para garantizar su derecho. Asimismo, la actitud del Gobierno Regional, liderado por Werner Salcedo, ha continuado siendo una de incumplimiento de compromiso con los productores de Huancaro y de amedramiento mediante el uso de la fuerza policial contra miles de familias que se ganan la vida a través del trabajo agrícola, e, inclusive, mediante el uso de la fuerza de personas del gremio de Construcción Civil en Cusco. Mientras el gobierno regional promueve el innecesario conflicto entre trabajador y campesino, los productores del Mercado de Huancaro defienden el ejemplar trabajo de la agricultura familiar que beneficia a productores y a las mesas de miles de cusqueños.
José Carlos LLERENA